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Historia de Portada:

BUTTHOLE SURFERS:
Choco Crispis con LSD

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Abril 29, 2024

 

Desayunate unos choco crispis con LSD mientras reflexionas si el cuarto de tanque de gasolina que le queda a tu coche te dará los 200 kilómetros que necesitas para llegar a una ciudad en la tu banda podrá comer gratis toda la semana porque no tienen ni un varo. Después te bajas el desayuno con un vaso de whisky. A la hora de la comida una chela y unos porros y, una hora antes del show, otro plato de choco crispis con LSD. Tal vez alguna vez te hayas encontrado en esta situación “extrema”, remotamente similar. Incluso dos veces podría ser razonable. En los ochenta hubo una banda con este modus operandi cotidiano. No era un caso extremo: era el día a día. 

 

Ese comportamiento no es para cualquiera. No parecía estar planificado, no actuaban como dementes: eran dementes. Las leyendas e historias infernales sobre ellos abundan. Que en sus visuales ponían videos de cirugías de reconstrucción de penes o autopsias. Que vivían en una camioneta sin dinero haciendo LSD de desayuno, comida y cena. Que si Kurt Cobain y Courtney Love se conocieron mientras ellos abrían un show a L7. Hay videos de ellos en la web en los que se ven hasta su reputísima madre de drogados y hablando de gusanos, prendiéndose una manita en televisión nacional, desnudándose y demás degeneres. En uno de sus shows se rumora que alguien cogió en el escenario. Definir el género que tocan es casi imposible aunque las etiquetas realmente no hacen falta.

Butthole Surfers, B.O.S.S. Studios, S A, by Pat Blashill.July,1984_edit.jpg

El diccionario de Cambridge define el concepto de Cultura de la Cancelación como “una forma de comportarse en una sociedad o grupo, especialmente en las redes sociales, en la que es común rechazar completamente y dejar de apoyar a alguien porque ha dicho o hecho algo que te ofende”. La cultura de llorar, vaya. Se acabó la inocencia. El mundo ‘woke’ te coloca la estrellita en la frente por fingir que eres una buena persona desde el anonimato de tu teléfono y la comodidad de tu sillón. Pero nada ha cambiado: seguimos siendo igual de culeros, nomás que con iPhone nuevo. 

 

El comportamiento “queda bien” es tal vez lo peor que le ha pasado a la música y al mundo en general. Se podría decir que la escena mexa (no la underground, obvio) es la personificación del “queda bien” y lo políticamente correcto. No hay transgresión, no hay crítica, ni cuestionamiento, ni razonamiento. Sólo hay espacio para los que se portan bien a cambio de un poco de fama. O en el caso de los “medios de comunicación”, un poco de dinero. Por eso es tan importante que te asomes debajo de las piedras. Ahí es donde viven bandas como los Butthole Surfers.

 

Imagínate a una banda local sacando una puta escopeta y disparando al aire en medio de un Ruido en Casa (no lo hagan, porfa). Pero estos weyes no lo hicieron en un toquín cualquiera, lo hicieron en Lollapalooza. En los videos no se alcanza a ver si realmente era una escopeta de balas o si es una pistola de aire comprimido. Probablemente sea la segunda. Chance y estuvo un poquitín subida de tono la broma pero en esa realidad la gente tenía pelotas. Perry Farrell dijo en una entrevista reciente que Gibby Haynes le estaba disparando a discos de arcilla, como los que usan en los campos de tiro. “Nuestra generación era extravagante”, cuenta Perry. “Eso era emocionante, pero nunca se repetirá”. 

 

Decidimos no arruinar la incógnita y no preguntárselo a Paul Leary y King Coffey, guitarra y batería de los Butthole Surfers quienes nos contestaron una llamada para hablar de estas y otras mamadas.

“Cometimos el error de tener un hit en la radio. Se convirtió en un trabajo y perdió toda la diversión.”

King Coffey

Fran: Anoche estaba viendo el video de Gibby disparando una shotgun en Lollapalooza. Muy verga, lo admiro. No muchas bandas están dispuestas a llevar las cosas tan lejos y a ustedes no les importaba nada. ¿Piensan que una banda sería capaz de eso hoy en día?

Paul Leary: No lo creo. No creo que lo lograríamos hoy en día. Eran otros tiempos. Después del 9/11 perdí el interés en la demencia y en ser una casa de locos. Pero sí, eso de la shotgun fue muy impactante, me sigue impresionando, sonaba muy duro. 

King Coffey: Me impresiona mucho. Tuvimos demasiada suerte con los riesgos que tomamos. Nos salimos con la nuestra. Dicho esto, el futuro está abierto. Seguro aparecerán bandas muy cabronas con el paso del tiempo que hagan cosas más escandalosas. Incluso ahora mismo tal vez parezcamos pasados de moda. En el futuro seguro veremos alguna banda muy pintoresca, más a la antigua. Espero poder verlo en el futuro y siento que será más loco. 

Fran: Seguro pasará. Quizás son ciclos. Ahora que la gente se ofende con facilidad, es especialmente impensable. Ni pensar en comportarse como los Butthole Surfers sino simplemente hacer una broma de humor negro. Aunque debes tener cuidado claramente (con lo que bromeas). ¿Qué opinan?

King Coffey: Es cierto. Cuando tocábamos en los 80 no existía el internet, así que podíamos decir cualquier mamada y no explotaba todo al instante. No pasaba nada. Era muy fácil que nos valiera verga porque estábamos en nuestra pequeña burbuja, en nuestro pedo, y nadie nos seguía ni andaban posteando todo lo que hacíamos. Tuvimos la oportunidad de hacer lo que quisiéramos y pasarla de huevos. Estuvo cabrón.

“Le dispararon en el culo al Papa. Mataron al Papa y me sentí bien” dice la letra de Bar-B-Q Pope, una de las rolas de su primer ep: PCPPEP  (1983). Lamentablemente nos hemos convertido en esos muñecos de cristal que se ofenden de todo y matan la espontaneidad. Pero para bien o para mal, los Butthole Surfers nunca se concibieron a sí mismos como una banda que pudiera tener popularidad, hacer hits y volverse mainstream. E irónicamente, se les considera una figura muy influyente del grunge, uno de los géneros y épocas musicales más populares y rentables de todos los tiempos.

 

Sus actuaciones eran tan demenciales que eventualmente llamaron la atención de los grandes caimanes: las major labels. En sus propias palabras, pegar un hit fue la peor mierda que les pasó. Sus fans más clavados consideran que ‘Pepper’ es una de las rolas que representa de peor manera el sonido de la banda. Puede que tengan razón. Nuestro cerebro está manipulado para retener canciones más fácilmente procesables.

“Alguien nos paró y nos preguntó qué estábamos haciendo y le dijimos que éramos los Butthole Surfers. Nos dijeron que no podíamos tocar ahí y nos pusimos a llorar hasta que nos dieron permiso de tocar 3 rolas. Los Dead Kennedys estaban ahí y fue ahí cuando Jello Biafra nos ofreció el contrato discográfico.”

Paul Leary

Mario: Cuando empezaron, ¿Qué música escuchaban? 

Paul Leary: Leather Nun, Black Flag, Dead Kennedys, SPK (Surgical Penis Clinic) uno de mis favoritos, eran increíbles.  

Fran: Cuando conocieron a Jello Biafra, ¿Ya habían lanzado música?

Paul Leary: Nel, ese wey nos dio nuestro primer contrato discográfico. Fuimos a Los Angeles y tocamos con The Minutemen, de ahí tuvimos otro show en algún lugar pero luego se acabaron los shows. Decidimos irnos manejando a San Francisco porque ahí había lo que se conocía como Soup Kitchens (comedores sociales en los que alimentaban gente de escasos recursos) y podíamos comer gratis 6 días de la semana. De camino a San Francisco nuestra camioneta empezó a valer verga. Cruzando el Bay Bridge se descompuso el motor pero logramos bajar el puente y tomar la primera salida. Ahí nos topamos a unos punks metiendo amplis y una batería a un edificio, entonces decidimos meter nuestros amplis y nuestra batería también al edificio. Alguien nos paró y nos preguntó qué estábamos haciendo y le dijimos que éramos los Butthole Surfers. Nos dijeron que no podíamos tocar ahí y nos pusimos a llorar hasta que nos dieron permiso de tocar 3 rolas. Los Dead Kennedys estaban ahí y fue ahí cuando Jello nos ofreció el contrato discográfico. Obtuvimos ese deal gracias a que nuestra camioneta valió rifle. 

Fran: ¿No siempre las cosas culeras resultan en un desastre verdad?

Paul Leary: Tuvimos demasiada suerte hasta de salir vivos de eso.

Mario: ¿prefieres los 80 o los 90?

Paul Leary: los 80 sin duda. Era un estilo de vida muy bizarro. Vivíamos al día en nuestra van y sólo nos importaba llegar a la siguiente ciudad y tener suficiente varo para comprar comida, chelas y mota. En los 90 tuvimos éxito y ya teníamos un tour bus. Pero tengo recuerdos mucho más chidos de girar en una camioneta con mis compas.

El malvado dinero y la maquinaria de la industria siempre aparecen para arruinarlo todo. Un dilema que estará siempre ahí. Digamos que una major label es un banco que te presta el varo para hacer tus grabaciones y te lo cobra con un putazo de intereses. Ah, y también es dueño de tus grabaciones. Así que en realidad te paga un sueldo temporal por hacer algo que originalmente era tuyo pero que, una vez hecho, deja de serlo. Ponte en los zapatos de la banda: el ser firmados por una disquera enorme como Capitol te pone al alcance grabaciones más ambiciosas y de poder trabajar con gente como John Paul Jones. Con ese presupuesto dejarás de ser un vagabundo y puedes echar a andar ideas más cabronas. Pero está la contraparte: tienes que pagar de vuelta. ¿Será posible encontrar un punto medio?. No conozco ningún músico (que no sea rico) que no quiera vivir de su banda, de tocar, sacar discos y girar, sin tener que recurrir a una chamba extra para sostenerse. Lo que muchos llaman “el sueño”. Pero los más trves también aseguran que jamás se venderían. En fin. El debate está abierto.

Fran: ¿Cómo fue tener éxito para ustedes? Por tu respuesta, percibo que el éxito le quitó un poco la diversión al asunto. 

Paul Leary: en ese punto fue surreal. Cuando empezamos y le pusimos a la banda los “Butthole Surfers” nunca pensamos que tendríamos éxito. No había posibilidad alguna de que eso sucediera. Y de pronto pasó. Fue muy extraño. Firmamos por Capitol Records y ahora teníamos un hit en la radio y aparecimos en el show de David Letterman. Fue muy divertido precisamente porque era muy raro. No debió habernos pasado a nosotros. 

King Coffey: De acuerdo, era más divertido estar en una camioneta con un chingo de hambre pero con mis amigos, con mi familia, que eran los butthole surfers. Éramos sólo nosotros 5 girando y pasándola cabrón. No había expectativas. Sin embargo, era chido que a medida que tocábamos más, venía más gente y vendíamos más discos. Y luego, al principio, fue chido firmar por una major label porque teníamos más recursos. Pudimos hacer cosas locas como grabar con John Paul Jones (Led Zeppelin). Ahora podíamos hacer los álbumes que teníamos en mente y había presupuesto para hacerlo. Pero de pronto, cometimos el error de tener un hit en la radio. Éramos una banda cool de punk rock y de pronto estamos haciendo hits, y las personas de la discográfica querían más hits. Lo intentamos pero fue horrible. Se convirtió en un trabajo y perdió toda la diversión.

Fran: ¿Cómo hacen un hit los Butthole Surfers?

King Coffey: Estás preguntando a las personas equivocadas. Esa es justo la pregunta que nosotros mismos nos hacíamos una y otra vez, fallando una y otra vez. Tratamos de hacer canciones que le gustaran a la gente pero fallamos miserablemente. 

Paul Leary: No lo sé, King. Yo estaba tratando de hacer canciones que le cagaran a la gente. Estaba enojado. Quería castigarlos.

Fran: ¿Cómo vino el primer hit? ¿Estaban intentando hacer enojar a alguien y de pronto se volvió un hit?

King Coffey: Tuvimos un hit menor con ‘Who Was In My Room Last Night?’ en el álbum que produjo John Paul Jones (Independent Worm Saloon). En Capitol Records seguían sin saber qué hacer con nosotros. Nos dejaron en paz y nos dieron varo para grabar. Trabajamos con Steve Thompson (Guns N’ Roses) quien intentó realmente sacarnos ese hit de adentro. Nos metimos al estudio con varias rolas que habíamos ensayado. Una vez grabadas, Steve Thompson insistió en que necesitábamos otra rola. Nosotros le preguntamos “¿Cómo que necesitamos otra rola?”. El wey nos dijo: “Toquen algo”. Y le pregunté “¿En qué acorde?”. Me dijo “en Sol”. Entonces empecé a tocar un riff en Sol y de pronto se convirtió en una rola. Pasamos un chingo de tiempo en ella. La mezclamos en el estudio de Steely Dan en Nueva York con 2 máquinas de cinta de 24 canales, 2 máquinas digitales de 8 canales. Había máquinas de cinta por todos lados, un cagadero, me estaba volviendo loco con tanta tecnología y máquinas para hacernos un hit. 

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“Le pellizqué una chichi a John Paul Jones. Se súper envergó, me llamó bastardo y me soltó un puñetazo. Desde entonces no me habla.”

Paul Leary

Los Butthole Surfers resultaron ser “malos” hacedores de hits. Pero, ¿quién pidió un hit de los Butthole Surfers?. Probablemente solo el maldito burócrata de Capitol que los firmó. Como dice James Murphy, “you wanted a hit, but that’s not what we do”. Algunos dirán que es una banda que “nunca despegó”. No parecía que quisieran despegar de esa manera. Tal y como recordaron Paul y King en La Bestia Radio, cuando todo se volvió un trabajo, dejó de ser divertido. Pero con el paso del tiempo se han vuelto más y más una banda de culto. 

 

Hoy en día son unos señores buen pedo que ven videos de gatitos en TikTok como tu y como yo. Pero se dieron a la tarea de relanzar sus primeros materiales, esos que hoy en día ya son considerados legendarios. A alguien se le prendió el foco en Matador Records y se aliaron con la banda para hacer una serie de relanzamientos remasterizados. En el primer bundle se encuentran su primer EP sacado de un show en vivo, “PCPPEP” (1983); además de “Psychic… Powerless… Another Man’s Sac” (1985) y “Rembrandt Pussyhorse” (1986). Además sacaron un video nuevo para “I Hate My Job”. En otoño seguirán “Locust Abortion Technician” (1987), “Hairway to Steven” (1988) y “Cream Corn from the Socket of Davis” (1985).

Mario: ¿Qué tal trabajar con John Paul Jones en “Independent Worm Saloon”?

Paul Leary: Fue muy chido. Ese wey es el tipo de persona que se queda en el Control Room durante toda la grabación, supervisa cada nota y esctrutiniza todo. Fue muy atento y fue super divertido trabajar con él. Que Dios lo bendiga. Aunque ya no me habla. Creo que está enojado conmigo y me siento mal por eso. Pero lo quiero mucho. 

Fran: ¿Alguna pista de por qué está enojado contigo?

Paul Leary: Vino a la ciudad hace poco. Yo estaba grabando y me escribió para pedirme que grabara un solo de guitarra en uno de sus discos solistas o de alguna banda en la que estaba tocando en ese momento. No me dejó escuchar la canción antes de grabar y solo me dio una toma, la cual terminó en el disco. Después vino a tocar y fui a verlo. Antes del show fui al backstage y justo antes de empezar, me dijo: “Ya vamos a empezar, te tienes que ir” al tiempo que se quitaba la camisa. No pude evitarlo ni resistir la tentación y le pellizqué una chichi. Aquí en Texas le llamamos a eso un “Apretón de Pezón Texano”. Es algo que hacíamos en secundaria y mi cabeza siempre vive en esos tiempos. Pero John se super envergó, me llamó bastardo y me soltó un puñetazo. Apenas alcancé a quitar la cara para que no me reventara. Creo que nunca me perdonó por eso. Recuerdo que me quedaron pelitos de su chichi entre los dedos. Fue muy raro. Y ese fue el último Aptretón de Pezón Texano que di en mi vida. Dejé de hacerlo. Pero por otro lado, ¿Qué tan frecuentemente te encuentras frente a frente con una chichi de John Paul Jones? No podía dejar pasar la oportunidad. 

Mario: Deben tener memorias muy surreales de sus shows. ¿Hay alguno en particular que recuerden?

Paul Leary: Una vez tocamos en Seattle en un restaurante chino. Sólo había 3 personas en el público y nosotros éramos 5. Habíamos pensado en golpear al público pero en vez de eso, bajamos y los saludamos de mano y luego subimos y seguimos tocando. 

King Coffey: Además los presentamos entre ellos para que se conocieran. También recuerdo un show en Stavanger, Noruega. No sabían quienes éramos, eran pocos. Nos odiaron. En eso, Gibby empezó a molestarlos y acosarlos para que se salieran del lugar y cerramos las puertas. Sacamos a todo mundo a la verga y luego tocamos sólo para nosotros mismos hehehe. 

Mario: ¿Alguna banda con la que les gustaba girar en el pasado?

Paul Leary: Tourear con Cibo Matto era muy chido. Increíble banda, me encantaba escucharlos cada noche.

King Coffey: También girar con los Flaming Lips fue chido. Lo más chido de ser músico es haber girado con tanta gente increíble y conocer músicos todo el tiempo. Con los Meat Puppets también fue cabrón. 

Fran: ¿Cuánto tiempo llevan planeando estos reissues?

Paul Leary: Más o menos un año.

King Coffey: Los habíamos lanzado con nuestro propio label pero es increíble hacer estos reissues con Matador, quienes se encargan de la manufactura y distribución y hacen un trabajo mucho mejor del que nosotros podríamos haber hecho. Estamos muy agradecidos por su ayuda.

 

Seguro le deben una lana a Matador por estos reissues así que no seas mamón, compra aunque sea uno y lo pones de fondo mientras te chingas un platito de cereal antes de ir a chambear.

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Texto por Fran Carrera

Entrevista por Mario Rincón y Fran Carrera

Fotos por Pat Blashill y Clayton Call

Ruido De Otros Días

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